Escolar andino

En su libro "Ande y selva" (1939), el maestro Francisco Izquierdo Ríos incluye un breve relato llamado “Escolar andino” que cuenta el tránsito que realiza un pequeño estudiante en los andes para llegar a su escuela. Lo vemos amanecer en la madrugada entre la naturaleza auroral, caminar rodeado por árboles y trinos y realizar travesuras con los animales silvestres, sometido a la inclemencia del tiempo que hace crecer los ríos o desata lluvias torrenciales. A veces también lo vemos detener su marcha de escolar de cinco años sujetando su alforja donde ordena sus cuadernos y alimentos. El retrato infantil es construido por una voz con empatía por el mundo interior de un niño que a la vez complementa con su visión de adulto atento a la fragilidad del paisaje. Y, aunque la atmósfera que crea el lenguaje puede parecer idealizada, por su gran carga lírica, los usos de los verbos en modo indicativo nos recuerdan que se comentan sucesos ciertos ligados a una realidad objetiva. La alternancia, además, entre el futuro simple donde la voz señala lo que predice que hará el estudiante desde que inicia su caminata, y lo que el niño hace en el presente a su llegada al colegio, es una apelación a nuestro tiempo futuro de lectores. Por eso el relato se dirige al niño con un "tú" afectuoso impulsándonos, en esa apelación, al cotejo de nuestra realidad donde está incluida esta situación escolar.

Ochenta años después esta apelación permanece dolorosa e inalterable en el registro de "Camino a la escuela" (2006), documental de Humberto Saco, que narra la caminata a la escuela de un grupo de niños de Yauyos en la sierra de Lima. La cámara se sitúa en el mismo horizonte visual de los niños, alterándose también a cada paso con los desniveles de las trochas por la agitación del esfuerzo y apartándose, por momentos, detrás de los escolares para registrar panorámicas de una visión exterior que complementa la visión de la caminata. La jornada empieza a las 4:30 de la madrugada, con la imagen de la choza, el rebaño de ovejas durmiendo en el corral, el desayuno y las tareas al lado del fogón hasta la salida de los escolares que van avanzando entre las quebradas. A la peculiaridad del escolar andino que realiza las largas caminatas desde el alba, con peligros de accidentes debido a la geografía, a las correrías y los juegos en la naturaleza que menciona el relato de Izquierdo Ríos, se agrega el repaso de las lecciones escolares en el camino, las tareas domésticas de pastoreo y labores agrícolas que deben realizar al volver al hogar además de sus conocimientos de la flora medicinal y alimenticia del camino que transitan. Este saber reclama su ingreso como vivencias significativas en las estrategias de aprendizaje del aula. En un momento, en la caminata infantil de dos horas, la voz en off de uno de los niños hace un llamado de ayuda estatal graficando, la situación que viven a diario y que los destina, al finalizar la escuela, al trabajo en una mina.

En paralelo, el documental registra el tránsito que realiza la profesora para llegar a su centro de trabajo. Su espera inicia a las 4:30 de la madrugada en la plaza de Tinko, y continúa con su avance en un transporte improvisado y su llegada al colegio en Chauca, zona despoblada y anterior centro minero. La cámara registra este transitar, enfocando el camino vacío, con asomo de nieve, que recorrerá recibiendo el viento agreste de la altura que azota el vehículo. Mostrará además la precariedad de un salón donde conviven alumnos de diversas edades, con los que en un momento cantarán aplaudiendo, detrás de las imágenes, la estrofa de un huayno que contrasta con la condición de maltrato histórico que viven los docentes.

En la oscuridad de la casa, apenas iluminada por un mechero, con el que inicia y termina el documental, uno de los niños lee, en su libro escolar, la leyenda de Pitusiray. Es el momento de desenlace en donde la hermosa Pitusiray es convertida en montaña al lado de su amante Sawasiray, flanqueados por un río y la mirada del dolido Kuntisiray convertido en nevado, cercanos uno del otro sin poderse tocar. La historia sobrenatural sirve para entender la conformación de la geografía y la perduración de la hidrografía de Calca, como la instauración del orden familiar comunal, los vínculos parentales y la circularidad de los oficios y la vida, ¿pero señalará también la reiterada postergación material, la apelación histórica sin respuesta que retorna siempre como inalterable ausencia de futuro?

"Camino a la escuela" (2006) de Humberto Saco. https://www.youtube.com/watch?v=waSI4yFR-CU&t=889s