Alteración de la noche
- carlosmoralesfalcón
- 7 ene 2018
- 2 Min. de lectura

La “prosa dura y magnífica de las calles” de los “Poemas underwood”, y la poesía integral horazeriana, parecen signar el camino de Lima o el largo camino de la desesperación (1995), el libro póstumo de Carlos Oliva (1960-1994), poeta fundador del Grupo Neón, a los que agrega su propia herida tambaleante, la angustia de sus caminatas y la exaltación nocturna en los márgenes de una Lima poblada de hedores, bocinas y velocidad, a las que encara con su anarquismo vital y la destilación de sus imágenes unidas al vértigo de su observación inquietante y su deseo de trascendencia. El libro, editado a pedido de la madre del autor, Carmen de Oliva, contiene un testimonio del poeta y poemas perdidos y dispersos que nos acercan a los bordes de su abismo.
***
Caballo del crepúsculo
Ninguna luz me conmueve. El Firmamento no es sino
el callejón sin salida de mi verso en tardes
en las que, a veces, crepúsculos mitológicos
y resplandecientes provocan peligros supremos: sueños
suspendidos en un halo de luz sobre el abismo.
Botellas derramando esencias fosforescentes.
Todo es rojo nuevamente. Como si me desplazara
en la antesala de un infierno sin salida.
Círculos de fuego de velas encendidas.
Génesis de estrellas ante mis ojos
que como estanques reflejan brillos
indescifrables. Tiempo.
Tiempo.
Luego el largo silencio. Las paredes desnudas.
Desesperación. Ansiedad. Caos.
Y pasión y deseo.
Nada es controlable ni delimitable cuando me pierdo
entre las galerías malditas de una ciudad
que descubro cada tarde y entonces
corro como el viento
Caballo de un crepúsculo desbocado
bajo mis luces y las otras que no brillan
como una botella de cognac entre mis manos
alejándome del mundanal silencio de los retóricos.
Carlos Oliva. Lima o el largo camino de la desesperación. Lima: Editorial Hispano Latinoamericana, 1995.
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