La marcha de sacrificio
- carlosmoralesfalcón
- 22 ago 2022
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 30 oct 2023

Escuchábamos canciones con mi madre, a menudo, como en esa mañana mientras hacia mi tarea en la mesa. No lograba verla, desde la otra habitación, pero sentía su voz menuda y cantarina. Hablábamos de los huaynos de Amanda Portales que, en los discos de vinilo que teníamos, vestía un fino sombrero blanco sobre sus cabellos castaños ondulados, y aparecía en un elegante paso de baile sobre tacones que afinaban sus pantorrillas. Nos subyugaba su presencia que miraba el horizonte. Sin embargo, esa mañana, mientas conversábamos, mi madre mencionó al “Picaflor de los andes” y su canción “Por las rutas del recuerdo”. No lo conocía y, al poner su canción, una carretera interminable se abrió paso con la fuerza de distintos ritmos, climas y murmullos. La canción reproduce la música de Tarma, Cerro de Pasco, Huánuco, Huancayo, Ayacucho, Andahuaylas, Abancay, Cusco, Arequipa y Puno, y en sus letras menciona a barrios, instituciones y zonas emblemáticas. Escucharla es transitar como los choferes por las rutas del centro, por cumbres, nevados y ríos, asediados por una riqueza musical que se agolpa en la memoria y nostalgia migrante. Luego supe que “El picaflor”, además de músico, fue albañil, pintor de brocha gorda, obrero de las minas y transportista de mercancías entre Ayacucho y Huancayo; y que la plenitud de su éxito, como músico, se produjo en la década del 60-70, cuando sus canciones cautivaron a los migrantes en Lima. Mi madre, nacida en Cerro de Pasco, ya trabajaba en la capital aquellos años y me contaba que en sus días libres asistía a los coliseos donde se presentaban orquestas, cantantes y agrupaciones. Ahí debió conocer esta canción del “El picaflor”. Cuando en “Por las rutas del recuerdo” mencionan a La Oroya, le pregunté a mi madre si conocía Cobriza y la protesta del pueblo minero que mencionaban. Me comentó que fue una marcha multitudinaria que llegó hasta las plazas de Lima. La voz en off de una mujer, en la canción, menciona: “15 de septiembre de 1969, 5000 trabajadores de Cobriza y La Oroya marcharon por cumbres y nevadas buscando que alcanzar la justicia social y la grandeza de la patria. ¡Viva la clase obrera! ¡Viva! ¡Viva el proletariado! ¡Viva!”. Y, luego, la voz franca y firme de “El Picaflor”, canta, con la melodía del saxo:
En la marcha de sacrificio
de Cobriza y La Oroya
hemos sufrido día y noche,
de hambre, frío y cansancio.
El día 15 de septiembre
en pueblo chico hospitalario
allí nos reivindicamos,
¡viva Cobriza, viva La Oroya!
La voz en off de la mujer culmina: “Los trabajadores de Cobriza y La Oroya son ejemplo de lucha y sacrificio en el centro del Perú”. Desde entonces guardé en la memoria esta canción que me hizo conocer mi madre. Años después, en la universidad, me sorprendió descubrir que Miguel Gutiérrez, con el Grupo Narración, habían realizado una crónica de esta protesta minera. La crónica aparece en el número 3 de la revista, pero es ampliada en forma de libro en Cobriza, Cobriza 1971 (1981) que ahora he conseguido. En ella figuran como autores Miguel Gutiérrez, Vilma Aguilar y Ana María Mur. Es una extensa crónica de la lucha minera que se basa en la recopilación de documentos, fotografías, manifiestos, volantes, cartas, testimonios y cintas grabadas que sirven de base a una crónica, de edición rústica, que busca ser una versión alternativa a la prensa oficial.
El Grupo Narración esgrimía un concepto de escritor que debía realizar crónicas sociales a la par de su labor creativa ficcional; poner al servicio las técnicas de su creación a los hechos reales de la coyuntura. Es por eso que los hechos, en la crónica Cobriza Cobriza, por momentos, son novelados en los tramos iniciales y finales de la crónica. Al inicio con la llegada del cronista al pueblo de Cobriza de conspiración social y, al final, con la muerte colectiva contada desde la subjetividad de cada uno de los campesinos asesinados; buscando, en ambos procedimientos, el involucramiento de los lectores. En el centro del libro, sin embargo, la decisión del cronista es unir los datos de forma cronológica. Desde los antecedentes de 1967 hasta el 15 de noviembre de 1971, deteniéndose, sobre todo, en el 5 de noviembre de 1971.
De esta forma, registra el rol que cumplen los actores del conflicto: los Sindicatos de La Oroya, Cerro de Pasco, Cobriza, la Federación de Trabajadores Mineros y Metalúrgicos, esgrimiendo su Pliego Único de Reclamos Sobre Condiciones de Trabajo y Aumento Salarial; la empresa minera Cerro de Pasco Corporation y sus tácticas frente a la opinión pública; el Estado, con sus leyes y estrategias dilatadoras junto con la CGTP en un rol obstruccionista; el papel heroico de las mujeres para sostener la huelga (en la protesta de 1969 que se menciona en la canción), la toma de rehenes, la matanza de los campesinos y, como epílogo histórico, el logro de una pensión mísera. El cronista se basa en los documentos de los sindicatos y los contrasta con las informaciones oficiales, interviene en el diálogo con las fuerzas contrarias, interpretando y trayendo argumentos a favor de los trabajadores mineros, parafraseando el argumento de las fuerzas en conflicto. Recoge la indignación colectiva conectando los hechos simultáneos, aclarando los antecedentes y sus consecuencias.
Tal vez el suceso más conmovedor de la crónica sea la exposición, del 5 de noviembre, del pliego de reclamos de los obreros, frente a los ministros de Trabajo y de Energía y Minas que se produjo en el local del Sindicato de Metalúrgicos en La Oroya. El cronista hace hincapié en el “Pliego único sobre condiciones generales de trabajo y aumento salarial de los trabajadores de la Cerro de Pasco Corporation”, presentado el 26 de mayo de 1971 que contienen los reclamos de los obreros mineros: su búsqueda de un “salario básico vital”; su lucha por una jornada de seis horas de trabajo “en todas sus dependencias y operaciones”; su exigencia de una jubilación a los quince años de trabajo y sus propuestas para el replanteamiento sobre las condiciones de salud y enfermedad producidas en el trabajo. Estas peticiones no son arbitrarias, sino que se basan en la particularidad de las labores que realizan. Serán sustentadas por el asesor médico de los obreros, basado en sus investigaciones contrastadas con la información de los servicios médicos de la Empresa. En esta exposición señala que el promedio de vida de un peruano es de 47 años, y que el trabajador minero no disfruta de su jubilación porque su promedio de vida es de 35 a 37 años; con la jubilación de 15 años de trabajo, que ellos proponen, el 50% de los obreros podrían jubilarse.
Asimismo, señala las enfermedades contraídas a partir de las condiciones de trabajo. Las denomina “enfermedades de trabajo u ocupacionales” debido a que trabajan en socavones, inhalando gases tóxicos, a altas temperaturas, que les producen ceguera, sordera, reumatismo, úlceras, hernias, cardiopatías, alteraciones síquicas, anemias, neumoconiosis. Expone que los obreros contraen, además, muchos de ellos, la penosa enfermedad de la silicosis, pues la sílice (polvo, hollín, bagazo, carcoma), se adhiere a los alveolos pulmonares, formando micromódulos, dificultando la respiración, produciendo cansancio y la muerte por paro cardíaco. El asesor médico denuncia que la empresa no asiste al obrero y, en sus certificados, del hospital de Chulec de la Cerro de Pasco, colocan muerte natural. Por eso, concluye el asesor médico, plantean la jornada laboral de 6 horas con una jubilación de 15 años para los obreros mineros. La argumentación del asesor médico es emocionante y heroica por ser justa. Y es verdad que vimos morir a un pariente de esta enfermedad con los pulmones endurecidos por las cenizas minerales de las rocas perforadas y aún ahora, en tu ausencia, las mineras continúan esquilmando, en contubernio, los campos de la comunidad que estarás visitando, madre, en tus interminables caminatas.
Miguel Gutiérrez, Vilma Aguilar, Ana María Mur. Cobriza Cobriza 1971. Lima: Ediciones Nueva Crónica, 1981.
El Picaflor de los andes, "Por las rutas del recuerdo" (Philips, popurrí de huaynos, ¿1974?): https://www.youtube.com/watch?v=xm_kXWw0UnQ&t=479s
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